Saga Guías/Okoto

El Principio

Hace miles de años, Okoto y sus habitantes disfrutaron de un tiempo de paz. Cuando la isla entró en existencia, siete Criaturas Elementales nacieron encarnando la esencia de la isla, mientras que Umarak nació de las sombras para cazarlas. La isla fue gobernada por dos Creadores de Máscaras, Makuta y Ekimu, que forjaban Máscaras de Poder para los habitantes. Obedecían una regla sagrada el no incluir nunca más de un poder elemental en cada máscara, para que no llegara a ser demasiado poderosa y peligrosa. La artesanía de Ekimu era excelente, y sus máscaras eran muy buscadas por la gente de Okoto. Ekimu también vio a las Criaturas Elementales durante el Festival de las Máscaras en una ocasión, y fue inspirado por este augurio para usar la Máscara del Tiempo para ver el futuro. Previendo que un cataclismo caería en toda la isla, hizo a mano las Máscaras Doradas a la espera de la llegada de los Toa.

Los Creadores de Máscaras y los Protectores también se enfrentaron a amenazas a la seguridad de Okoto, incluyendo a los temibles Asaltantes Calavera.

Makuta se puso celoso de su hermano, y desobedeció la ley sagrada para forjar la Máscara del Poder Definitivo. Sin embargo, al ponerse la máscara, perdió el control de su poder, y Okoto comenzó a desmoronarse. Ekimu se enfrentó a Makuta y golpeó la máscara de 

Makuta colocándose la Máscara del Poder Definitivo

su cara, desencadenando una onda de choque que sacudió la isla. Ambos Creadores de Máscaras cayeron en un sueño interminable, terminando su reinado benevolente. Sus máscaras se dispersaron por Okoto, esperando el día en que alguien las encontraría una vez más. Las Criaturas Elementales se encargaron de ocultar la Máscara del Control de Makuta. Después de la batalla, los Protectores - defensores de cada región dotados de Máscaras Elementales - encontraron el cuerpo de Ekimu, y les susurró la Profecía de los Héroes. Pusieron el cuerpo inconsciente de Ekimu dentro de un sarcófago. En un momento dado, Arañas Calavera invadieron la isla. Una invasión conocida fue de Arañas Calavera atacando una aldea del fuego. Con la invasión de las Arañas Calavera, los Protectores finalmente siguieron la Profecía de los Héroes y fueron al Templo del Tiempo, donde llamaron a los Toa.

Llegada de los Toa

Seis Toa cayeron del cielo como cometas, cada uno desembarco en una región diferente de la isla. Los seis Protectores los buscaron y les dijeron de sus destinos. Los Protectores luego guiaron a los Toa a través de las selvas de Okoto encontrando sus Máscaras Doradas del Poder. Las Arañas Calavera los siguieron. Después de semanas de viaje, los Toa y los Protectores alcanzaron los santuarios que contenían las Máscaras Doradas del Poder. Después de ponerse las máscaras, se les dijo por los Protectores para viajar a la Ciudad de los Creadores de Máscaras con la esperanza de encontrar a Ekimu. Cuando los Toa llegaron, Tahu y Kopaka discutían sobre quién dirigiría el equipo. Onua detuvo la pelea mientras el Señor de las Arañas Calavera se acercaba al grupo. Cada Toa intentó derrotarlo sin ayuda de nadie en vano. Después de muchos intentos, Onua sugirió que trabajaran juntos para detener a su enemigo. Los Toa se pusieron de acuerdo y

Los Toa en el puente a la Ciudad de los Creadores de Máscaras

cada uno golpeó al Señor las Arañas Calavera y lo aturdieron. Onua terminó la batalla destruyendo la sección del puente bajo el Señor de las Arañas Calavera llevándolo a un abismo. Los Toa entonces se dispusieron a encontrar el cuerpo inconsciente de Ekimu en la ciudad. Mientras viajaban por la ciudad, Tahu desencadena un mecanismo que los atrapó en un patio. Lewa exploró por delante mientras Tahu y Kopaka argumentaban nuevamente el liderazgo. Onua una vez más rompió el argumento mientras los Toa eran atacados por Guerreros Calavera que salieron de la tierra, así como los que estaban en lo alto de una pared. Él intentó detener el ataque abriendo un abismo en la tierra que afectó a los Guerreros Calavera en el suelo. Sin embargo, al hacerlo, destruyó una sección del puente que conectaba la ciudad con el resto de Okoto, atrapándolos en la ciudad. Lewa notó la batalla en su regreso de su exploración y golpeó a los Guerreros Calavera de sus posiciones en la pared. A medida que caen al suelo, los otros Toa lidiaron rápidamente con ellos. Pohatu rompió la puerta que daba al patio, y los Toa continuaron en su búsqueda. Lewa sugirió que exploran un viejo escenario que vio durante su misión de exploración, pero su idea es rechazada por el resto del equipo. Así, que se fue a explorar el Estadio solo. Una vez allí, su máscara fue robada por el Destructor Calavera, dejándolo inconsciente. Mientras tanto, el resto del equipo pierde el rastro de su paradero y, accidentalmente, llegan al Estadio que Lewa había mencionado anteriormente. Se dirigieron rápidamente a ayudarlo mientras el Destructor Calavera se desvanecía en las sombras.

Después de que el Destructor Calavera se colocara la Máscara Dorada de Lewa y comenzara a drenar su poder, los Toa se vieron obligados a retarlo a su propio juego, que se las arreglaron para ganar gracias a los consejos de Lewa. La batalla hizo que el piso del Estadio colapsara por debajo de ellos, dejándolos aparentemente atrapados bajo tierra. Inicialmente abatidos, los Toa recordaron el heroísmo de los Protectores, y después de la detección de una brisa encontraron su camino de regreso a la superficie. Emergentes en un cementerio, fueron atacados por Escorpiones Calavera, uno de ellos robó la Máscara Dorada de Pohatu antes de que Lewa trajera una estatua cercana sobre las bestias. Los Toa a continuación, entraron en la tumba de Ekimu y lo despertaron, sólo para enterarse de que ya era demasiado tarde para detener los planes de Makuta. Ellos hicieron su camino a la forja de Ekimu para detener a Kulta el Triturador Calavera de destruir la Máscara de la Creación de Ekimu, sólo para confrontar al Devastador Calavera. El Devastador Calavera robó la Máscara Dorada de Onua, pero es derrotado por los restantes Toa, que a continuación, entran en la forja para enfrentar a Kulta, que se coloca la Máscara de la Creación. Se las arregla para dañar las Máscaras Doradas de los Toa, pero luego es derrotado por Ekimu, que repara las máscaras de los Toa. Los Protectores llegan a la ciudad para ayudar a los Toa, y descubren a la arqueóloga perdida Harvali en el proceso. Después de destruir la guarida del Señor de las Arañas Calavera con él en su interior, los Protectores encontraron a los Toa y a Ekimu. Después de encarcelar al Triturador Calavera y al Devastador Calavera, preparan la ciudad para la llegada de los otros Isleños, que luego lanzan una gran fiesta en su nuevo hogar. Sin embargo, Ekimu y los Toa son conscientes de que Makuta sigue siendo una amenaza.

Mientras varios Okotanos se dirigían a la ciudad, uno de las grupos fue atacado por un halcón gigante controlado por una Araña Calavera y dos de ellos fueron secuestrados, llevándolos a buscar la ayuda de Ekimu y los Toa. Los héroes pronto descubrieron que el pájaro estaba en alianza con los Asaltantes Calavera, que habían forjado una alianza con Makuta después de su antiguo exilio. Kulta escapó de la prisión con la ayuda de Makuta y se unió a Axato y los demás Asaltantes Calavera en la lucha contra el Creador de Máscaras y los Toa, pero Ekimu tuvo éxito en lograr que la caverna en la que se encontraba la ciudad colapsara, lo que dejó atrapado a los Asaltantes Calavera.

El Viaje Hacia Uno

Ekimu no tardaría en forjar nuevas máscaras y armaduras para los Toa cuando ellos y los Okotanos se esforzaban en reconstruir la ciudad, y los Toa las utilizaron para enfrentarse a restos del Ejército Calavera antes de salir a encontrar sus Máscaras Doradas de la Unidad y sus respectivas Criaturas Elementales. Cada uno finalmente tuvo éxito, pero Lewa se enfrentó a problemas mientras Umarak -ahora aliado con Makuta- atacó a la Criatura de la Jungla Uxar con el objetivo de conocer la ubicación de la Máscara del Control. Afortunadamente, Lewa y Uxar fueron capaces de expulsar a Umarak antes de continuar al templo de Uxar mientras los otros Toa llegaban a los templos de sus respectivas criaturas en otras regiones de la isla. Reclamando sus nuevas Máscaras Doradas, cada uno ganó la habilidad de combinarse con sus respectivo Criatura Elemental y de este modo obtener un mayor poder y conocimiento, aunque Pohatu despreciaba la combinación con Ketar, Criatura de la Piedra.

Dirigidos por las criaturas, los Toa descubrieron el Laberinto del Control que ocultaba la Máscara de Makuta en una isla de las costas de Okoto, y después de atacarlos Umarak determinó que iría a capturar a Ketar. Los Toa y sus Criaturas alcanzaron con éxito el centro del laberinto, pero Umarak los atacó y fue capaz de agarrar la máscara. Pohatu actuó rápidamente y salvó a Ketar, pero Umarak escapa con la máscara, que Makuta utilizó para transformarlo en una forma nueva monstruosa, Umarak , el Destructor. En preparación para su llegada, Makuta dirigió a Umarak para despertar a la Horda de las Sombras que envió a atacar la Ciudad de los Creadores de Máscaras mientras Umarak cazaba las piezas de la Máscara del Poder Definitivo, que se desintegró después de que Ekimu la sacó fuera de la cara de Makuta. Después de conversar con Ekimu, que emergió del Templo de la Luz con el conocimiento de lo que ocurrió en el Laberinto del Control, los héroes se enfrentaron a las bestias elementales.

Los Toa derrotando a Makuta

Después de una dura batalla en la que descubrieron la debilidad de las Bestias, Onua fue y se encontró con Ekimu y aprendió que los Toa debían dejar la defensa de la ciudad a las Criaturas Elementales y a los Okotanos mientras buscaban a Umarak. Ekimu entonces convocó a Agil, la Criatura Elemental de la Luz, y entró en una cámara en el Templo de la Luz que le otorgó el poder elemental de la Luz y aumenta su estatura a la de un Toa. Dirigido por Agil, él y los Toa luego salieron de la ciudad y aprendieron que Umarak había reunido fragmentos de la máscara Prohibida y estaba en camino hacia el Cráter Negro con el fin de abrir un portal al Reino de las Sombras y liberar a Makuta. El grupo eventualmente alcanzó a Umarak y se enfrentaron a él y a más de sus Bestias Elementales en batalla, sólo para que él hiciera su camino a una cumbre que él había levantado del cráter. Los Toa entonces lo confrontaron sólo para descubrir que eran aparentemente incapaces de acceder a las Energías Elementales de Okoto, y por lo tanto se encontraron indefensos a los poderes de sombras de Umarak.

Ekimu atacó a Umarak con su Luz y liberó a los Toa, pero fue devuelto a su forma original mientras Agil desapareció; el espíritu de Gali fue entonces atraído hacia el Reino de las Sombras después de que ella intentó robar un fragmento de la Máscara Prohibida. Mientras que los otros Toa luchaban contra Umarak y eran despojados de sus armas, Gali vio a Makuta dirigiéndose a sus secuaces en la sombría Ciudad Capital y luego encontró la Profecía completa de los Héroes, que registraba todo lo que había ocurrido hasta ahora y también lo que los Toa debían hacer para para detener la fuga de Makuta. Makuta entonces completó su portal sacrificando a Umarak, pero al hacerlo, permitió el regreso de Gali a su cuerpo. Actuando sobre su recién adquirido conocimiento, los Toa se dieron cuenta de que son la fuente de los elementos de Okoto, y unieron sus poderes para desterrar a Makuta de nuevo al Reino de las Sombras. Los Toa fueron devueltos a las estrellas, mientras que los habitantes de Okoto quedaron en paz.